Artículo sacado de: DZOOM
Antes o después, a todos nos llega la hora en que experimentamos que nuestro monitor no muestra imágenes del mismo modo que lo hace el de nuestro amigo "Pepito", o que al llevar unas fotos a un laboratorio de impresión observamos horrorizados como el resultado obtenido no se parece en nada a lo que veíamos en nuestro monitor.
En definitiva, todos, antes o después, experimentamos la sensación de querer calibrar nuestro monitor y conseguir que la representación de imágenes en éste sea lo más fiel posible al resultado que debería ofrecer.
Para que cuando te "inunde" esa sensación estés preparado y sepas cómo calibrar tu monitor, aquí te muestro de forma sencilla cómo conseguirlo. ¡No te lo pierdas!
Introducción
Aunque se trata de un artículo bastante sencillo, es muy recomendable que hayas seguido los otros artículos de la serie y así sepas lo imprescindible sobre el tema. ¿No recuerdas a qué artículos me refiero? Está bien, son éstos:
§ Lo Que Debes Saber Antes de Empezar a Calibrar Tu Monitor (Parte I)
§ Lo Que Debes Saber Antes de Empezar a Calibrar Tu Monitor (Parte II)
§ Cómo Preparar Mi Sala y Equipo Para El Proceso de Retoque Fotográfico
Leídos estos artículos, ya estarás en condiciones de aprovechar al máximo el contenido de éste. Así que, no pierdas tiempo, y empápate bien de los conceptos básicos y luego vuelve aquí para "rematar la faena".
Los 3 Procedimientos de Calibración Existentes
Como ya avanzamos en el primer artículo en el que te hablé sobre calibración, existen básicamente tres alternativas a la hora de ajustar (calibrar + perfilar) tu monitor:
1. Calibración por Software.
Se trata de la alternativa más económica. Pero, si te interesa medianamente el tema, yo la descartaría. Al fin y al cabo estás dejando en manos de tus "subjetivos" y poco uniformes ojos la tarea de calibrar.
2. Calibración con Colorímetro.
Esta alternativa, mal llamada calibración por Hardware, es una alternativa más cara, puesto que es necesario adquirir el colorímetro para poder calibrar tu pantalla. Pero, desde luego, si buscas unos resultados medianamente decentes, es la opción por la que decantarse.
Sólo es posible en monitores de alta gama. También requiere el uso de colorímetro, pero además el monitor ha de contar con su propia tabla LUT. En este caso la comunicación entre colorímetro y monitor es directa y el fotógrafo no interviene prácticamente en el proceso de calibración. Lo único que ha de hacer es sentarse y esperar a obtener los mejores resultados posibles.
En este artículo nos centraremos en la segunda alternativa. Como te he comentado, personalmente, descartaría la primera.
Aunque si no estás dispuesto a adquirir un colorímetro o no tienes posibilidad de hacerte con uno y quieres probar con la calibración por Software, puedes probar este tutorial de Hugo Rodríguez, probablemente el mejor de la red para ese cometido.
El Elemento Indispensable: El Colorímetro
Para obtener una calibración decente es imprescindible contar con un elemento objetivo, "imparcial" y cuyo funcionamiento sea constante a la hora de medir valores de tono, brillo o saturación.
Puesto que nuestros ojos carecen de estas propiedades, debemos dejar esta tarea a un accesorio construido específicamente para ello. Este accesorio es el colorímetro y su uso en este artículo resultará fundamental.
Si "buceas" un poco en el mercado, podrás ver alternativas desde los 100 hasta los 1000 Euros. Los modelos más conocidos son:
§ i1Display2 (de X-Rite)
§ Spyder3 (de Datacolor)
§ ColorMunki (de X-Rite)
Cada uno de estos calibradores, además viene con su propio Software de calibración, que, si bien ofrecen interfaces distintos, la funcionalidad proporcionada y los conceptos en los que se basan son muy similares.
Cuando adquirí mi último monitor, lo hice en un pack junto con un i1Display 2, de modo que me centraré en este artículo en el proceso de calibración con este colorímetro. Pero ten en cuenta que los pasos seguidos serán muy similares a si se emplease cualquier otro calibrador.
Los Pasos Previos A Seguir Antes de Empezar
¿Ya estás listo?, ¿lo tienes todo?, ¿tu flamante colorímetro recién sacado de su embalaje y listo para ser usado por primera vez? Pues no te apresures, aún hay una serie de tareas básicas que deberás seguir antes de empezar con el proceso.
Éstos son los pasos previos que debes seguir antes de empezar a calibrar tu monitor:
1. Enciende el monitor el suficiente tiempo antes como para que se haya podido estabilizar su salida. Ya sabes, 15-30 minutos puede ser un periodo de tiempo apropiado.
2. Limpia adecuadamente la pantalla. De qué sirve calibrar el monitor si en el momento de hacerlo hay suciedad que desvirtúa este proceso.
3. Desactiva el salvapantallas de tu equipo. El proceso de calibrado puede llevar unos 15 minutos, pero si se activa el salvapantallas de tu equipo en medio de éste, todo el trabajo habrá sido inútil y deberás volver a empezar. En Windows XP, haz clic en el botón derecho del ratón sobre el Escritorio y dirígete a "Protector de pantalla".
4. Resetea cualquier tipo de ajuste que hayas podido hacer en el monitor. Si tu monitor tiene botones, tendrás un menú y, dentro de éste, la opción de resetear o volver a valores de fábrica.
5. Desactiva cualquier tipo de modificación que hayas podido realizar en los valores de salida de la tarjeta gráfica. En Windows XP, haz clic en el botón derecho del ratón sobre el Escritorio y dirígete a Propiedades > Configuración > Opciones avanzadas > Color.
6. Elimina cualquier otra utilidad de calibración Software que pudieses haber utilizado en el pasado. Por ejemplo, todos los ficheros relacionados con Adobe Gamma (Adobe Gamma Loader.exe y Adobe Gamma.cpl), si es que has utilizado esta aplicación alguna vez.
Hecho esto, ahora sí estás en condiciones de comenzar con la calibración de tu monitor.
El Proceso de Calibración En Sí
En el supuesto de que hayas adquirido el i1Display 2 los pasos a seguir inmediatamente después de sacarlo del paquete es introducir el CD-ROM que incluye, e instalar el programa Eye One Match.
A continuación, reinicia el equipo y conecta el calibrador vía USB a tu equipo. Abre el programa y observarás una ventana como la siguiente.
Como puedes observar, a lo largo de todo el proceso tendrás una sección de ayuda en la parte derecha que solventará cualquier duda que te surja.
Presentada la ventana inicial, deberás seguir los siguientes pasos para configurar tu monitor.
1. Dentro de esta ventana dirígete a Editar > Opciones y selecciona los siguientes valores para poder crear un perfil ICC de mayor calidad y con la mayor precisión posible.
2. Haz clic en "Aceptar" y, a continuación, elige la opción "Avanzado". Haz clic en el icono del Monitor y después en la flecha hacia la derecha para comenzar a definir el proceso de calibración.
3. Como ves en la imagen superior, el siguiente punto será indicar el tipo de monitor que deseas calibrar. Aunque hay tres opciones, lo recomendable es optar bien por CRT (permite definir el valor del punto negro), bien por LCD. Esta última opción es la más apropiada tanto si tienes un portátil, como si tienes un monitor TFT externo.
La opción "Ordenador portátil" conviene descartarla, ya que obvia muchos parámetros que es conveniente poder definir a la hora de calibrar un monitor.
Puesto que se trata de la opción más común, a partir de ahora nos centraremos en el proceso seguido para calibrar un monitor de tipo LCD.
4. Es el momento de definir los valores de punto blanco, gamma y luminancia con los que deseas definir el perfil de tu monitor. Los valores recomendables para estos parámetros, como ya vimos en el segundo artículo sobre conceptos básicos, son: Punto blanco - 6500K, Gamma - 2.2 y Luminancia - Entre 60 y 100 (pero si tu monitor no lo permite, el mínimo valor posible).
La aplicación también ofrece la posibilidad de medir la luz ambiente, siempre que selecciones el check inferior.
Algunos calibradores como el i1Display2 permiten hacer esta medición gracias a un cabezal específico. Coloca el cabezal y haz clic en "Calibrar" para ajustar el calibrador.
Cuando observes el mensaje de que "la calibración ha sido exitosa", haz clic en la flecha hacia la derecha y podrás iniciar la medición de luz ambiente.
Sitúa el calibrador como se indica en la imagen inferior y haz clic en "Medir" para obtener los valores de luz ambiente.
Cuando el calibrador termine de medirla, podrás ver los valores de temperatura y luminancia de tu habitación y deberás hacer clic en la flecha hacia la derecha para proseguir con el proceso.
Respecto a los valores obtenidos, ten en cuenta que si usas viseras, éstas harán que apenas llegue luz si colocas el colorímetro tal y como se muestra en la imagen. Por tanto, en ese caso, es recomendable colocarlo encima del teclado para observar los verdaderos valores de iluminación de tu sala.
Por último, los valores obtenidos no variarán el proceso de calibración, son informativos sobre las condiciones de tu sala y te permitirán conocer si debes variar la ilumnicación de la misma. Según la medición anterior, la temperatura de color es correcta, pero la luminancia no es suficiente.
5. Retira el cabezal de medición ambiental y prosigue con el proceso. Para ello, coloca el colorímetro como se indica en la imagen posterior.
Si tienes un TFT no lo presiones contra la pantalla de modo que se peguen las ventosas. Es preferible inclinar el monitor y usar el contrapeso que viene junto con el calibrador para que este último quede "pegado", pero no literalmente. El cometido de las ventosas del calibrador es, exclusivamente, para monitores CRT, que no sufrirían ningún daño por su uso.
6. Lo siguiente será utilizar los mandos OSD de tu monitor (si es que los tiene) para ajustar los niveles de contraste, brillo y temperatura de color del punto blanco, de modo que se encuentren dentro de los valores definidos inicialmente.
Nota: Si estas calibrando el monitor de un portátil es probable que, a lo sumo, sólo puedas variar el valor del brillo del monitor. En ese caso, obvias los siguientes pasos haciendo clic en la flecha hacia la derecha.
Sigue los pasos indicados por el programa y podrás ajustar el contraste de tu monitor:
Haz clic en "Iniciar" y varía el valor del Contraste hasta que se sitúe entre los niveles adecuados según el colorímetro. En cuanto lo tengas, haz clic en el botón "Detener" y continúa con el proceso.
Para ajustar la temperatura de color del punto blanco, deberás hacer algo similar. Si bien, los ajustes que deberás variar dependerán del OSD de tu monitor: Controles RGB o Preajustes. La ayuda del programa te explicará cómo variarlos.
El último valor a calibrar será la luminancia del punto blanco. Nuevamente deberás iniciar el proceso e ir variando, en este caso el brillo del monitor, hasta lograr dejar la luminancia en los valores que deseas.
En este caso, se ha alcanzado un resultado bastante bueno y, tras llegar a él, he hecho clic en "Detener" para continuar con el último paso del proceso (como puedes ver en la imagen inferior).
7. Lo siguiente es iniciar el proceso de Perfilado, en el que el fotógrafo ya no interviene y es el colorímetro el que se dedica a medir la salida cromática del monitor para acabar componiendo el perfil del equipo.
Una vez acabado este proceso, la aplicación muestra las características del perfil y da la opción al usuario de indicar un nombre para el mismo y pasar a aplicarlo como perfil por defecto para el monitor.
Al mismo tiempo, también permite, a través del botón "Antes y después", observar el antes y el después de la aplicación del perfil.
Por último, puedes validar los valores definidos por el perfil y los realmente mostrados por tu monitor, con objeto de observar lo fiel que es la respuesta de tu monitor al perfil que acabas de establecer.
Para ello accede a Ayuda > Iniciar validador de monitor... y observarás una ventana como la siguiente:
Para que la validación sea correcta y se pueda decir que el perfil está respondiendo adecuadamente, el valor de error promedio del perfil no debería exceder el valor 1 (Promedio de dE2000), que mide la diferencia entre el color definido en el perfil y el realmente mostrado por el monitor.
Finalizada la calibración y el perfilado, tu equipo ya está actuando correctamente y en base a los parámetros que tú definiste inicialmente.
¿Cada Cuanto Volver a Calibrar?
Los expertos recomiendan que aproximadamente cada 200 ó 300 horas de trabajo es un buen intervalo de tiempo para volver a ajustar nuestro monitor.
¿Por qué? Pues muy sencillo, porque después de ese tiempo, el blanco de tu monitor ya no es ni tan blanco, ni tan luminoso como lo era el día que lo calibraste por última vez.
Por tanto, dependiendo de tu ritmo de trabajo y de lo "puntilloso" que seas con los ajustes de color, estas 200-300 horas pueden traducirse en volver a calibrar cada 1, 2 ó 3 meses.
Desde luego, un periodo superior a estos 3 meses parece excesivo si tienes un cierto interés en garantizar que el funcionamiento de tu monitor es el correcto.
Pero, como siempre, tú decides cada cuanto tiempo quieres volver a verificar que el funcionalmiento de tu equipo es el correcto.
Y eso es todo, si has seguido los pasos, tu monitor estará perfectamente calibrado y podrás estar seguro de que el resultado mostrado es lo más fiel posible a los valores que buscabas. ¿A que no ha resultado tan difícil?
Enlaces Relacionados
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